1. Apreciar el aprecio de Dios: El sacrificio de Jesús es una muestra extraordinaria del bienquerencia de Dios hacia nosotros. Nos amó tanto que estuvo dispuesto a sufrir y fallecer por nuestros pecados.

Además, a la vela del evangelio del buen samaritano y del pleito final, Jesús nos enseña que, en el aplicación mesiánico del Reino de Dios, el mundo del sufrimiento tiene otra finalidad capital: invocar al mundo del simpatía. Se esconde un ocultación de valiosísima dignidad en el que sufre y en el que se le acerca. Ahí se descubre —en plena desnudez y despojo— que cada hombre vale no por las cosas que tiene, sino por lo que es, porque es inmensamente amado por Dios.

En un contexto donde los discípulos se carearían a traición e odio incluso de familiares y amigos, Jesús les recalca la importancia de la obediencia y amistad a Dios.

La obediencia y lealtad a Dios en medio de la persecución es una enseñanza crucial que encontramos en Mateo 10:28-33. Jesús nos recuerda que es más valioso ser amigo a Él incluso si esto significa expirar y que Dios cuida cada detalle de nuestra vida.

A quienes Dios quiso acertar a conocer las riquezas de la empíreo de este intriga entre los gentiles; que es Cristo en vosotros, la esperanza de edén.

por medio de quien también hemos obtenido entrada por la Certidumbre a esta Gracejo en la cual estamos firmes y nos gloriamos en la esperanza de la empíreo de Dios (Ro 5:2).

Carta de Pablo, servidor de Dios y Apóstol de Redentor para conducir a los elegidos de Dios a la Certidumbre y al conocimiento de la verdadera piedad, con la esperanza de la Vida eterna. Esta Vida ha sido prometida antaño de todos los siglos por el Dios que no miente.

La próxima entrada en la Semana Santa es el inicio de la gran escuela de sufrimiento y abre un camino que nos permite releer nuestro sufrimiento. Una bella reflexión de Luisa Restrepo

Y eso es lo que Habacuc hace. Algunos de los versículos más hermosos de toda la Biblia se encuentran al final del capítulo 3:

Jesús crucificado se halla misteriosamente presente en toda persona que sufre. Y el mismo Jesús, mediante todo discípulo suyo que vive el Evangelio de la misericordia, quiere seguir acariciando con su aprecio compasivo a cada persona que llora en su desconsuelo.

En cada ejemplo se utiliza un vocabulario visual o escrito que condensa nuestros sentimientos más profundos sobre la palabra sufrimiento y los numerosos sinónimos que se encuentran en cada idioma.

La esperanza en él nos libera del miedo al futuro y de la incertidumbre. Sabemos que nuestro Dios es bueno, nos conoce y podemos entregarse en manos en que more info nos dará la fortaleza necesaria para confrontar las dificultades que nos traiga la vida (Nahum 1:7).

Pero no a una Confianza ciega que confía simplemente por fiarse, sino a una Seguridad fundamentada en la evidencia de la obra de Dios en este mundo. Y es precisamente esa clase de Convicción el objetivo de esta clase.

Parte de la experiencia del Resucitado que se le manifiesta en el camino a Damasco, y desde la paraíso de la cruz se alegra de padecer por Jesús en favor de sus hermanos.